Eva Droppova «¿A qué se parece el hombre del nuevo mundo?» Fuente
A finales del siglo XIX el espiritismo se extiende por las zonas de Bohemia, Moravia y Eslovaquia. Tiene especial calado entre la población más pobre, que lo asocia a ideas progresistas y solidarias. A través de estas sesiones encuentran una apertura a otros mundos que se revelan principalmente a través de dibujos.
Surge entonces un imaginario ligado al proletariado, al mundo de la mina y del tren, que representa seres híbridos, extrañas floraciones… Anna Zemankova (1908 Olomou – 1986, Praga) dibuja nada más despertarse durante unas siete horas todos los días. Karel Havlicek (1907, Berlin – 1988, Kadan)cuando llega a casa después de una dura jornada en las vías del tren. Eva Droppova (1936, Bratislava) se gana la vida como dibujante y recibe formación técnica a pesar de lo cual su obra se cataloga como art brut, lo que no sorprende cuando vemos sus obras y la oímos hablar de su proceso creativo. Sus extraños dibujos surgen a raíz del grave accidente que sufre su hijo tras el que su sistema neurológico se ve seriamente dañado.
«Pregunté a Dios porqué castigaba así a mi niño. Era la primera vez que me dirigía a él. En ese momento algo sacudió la habitación, como una explosión de energía. No sé si el golpe sucedió dentro de mí o en el espacio. Algún tiempo después, mientras lloraba, todo parecía agitarse a mi alrededor, mi mano se puso en movimiento, incontrolada, independiente de mi voluntad. Es así como nacieron las primeras imágenes?”
Cada una de ellas responde a preguntas que ella lanza a los espíritus. Pinta con determinación, sin dejar de buscar respuestas. Pierre Janet, en sus estudios sobre el Automatismo psicológico (1913), pone en evidencia el rol “desculpabilizador” de estas manifestaciones mediúmnicas. Éstas permiten expresar pensamientos camuflados y reprimidos sin que el Yo consciente intervenga.
Varias obras de Anna Zemankova. Fuente
Karel Havlicek. Fuente