Primero fue escribir, actividad que ha desarrollado desde hace años. Al dibujo se enganchó más tarde, en 2011.
En el anterior post publicábamos algunos de sus trabajos a bolígrafo, realizados durante una temporada de dificultades que no lograron frenar sus ganas de expresarse y le llevaron a hacerse con el material más barato que
encontró: un bolígrafo Bic de imitación y unos folios. Los recursos no daban para más.
No era su primera aproximación a la expresión artística, Ventura entró en contacto con el proceso de creación plástica contemporánea mediante el proyecto Dentro/Fuera que lleva en funcionamiento desde 2008 en el albergue
de la calle Chindasvinto. Dentro de ese marco tuvo lugar el proyecto Primitivo pero Moderno durante buena parte del pasado 2011. Allí comenzó a dibujar retratos y autorretratos al carboncillo. Desde entonces esa actividad se mantiene viva en el deambular cotidiano. Es una manera de poder entender tanto el mundo exterior como los procesos psíquicos internos.
En estos momentos además del carboncillo, está experimentando con contés, pasteles y muy recientemente con acuarela.
«Retratos a carbón de los pobres: Bueno, son las personas con las que ahora comparto a diario en la cola del comedor… Los excluidos. Hombres en un noventa por ciento… filósofos en paro casi todos. Me gusta al hablar de ellos separarme, crear una distancia, pero soy igual que ellos, y pertenezco a ellos. Pero hay una cosa que me diferencia de ellos en la mayoría de los casos… y es… que yo…soy…más guapo…claro.»
«La familia: Este dibujo… tiene una explicación en que el niño no tiene máscara… pero la tendrá. Los padres: tienen que ser falsos (que no se ofendan si hay padres cerca). En una sociedad falsa, los educadores han de ser falsos. Bienintencionados pero falsos. Que sí, que ya lo sé, que hay padres muy adelantados, que se bañan con sus hijos en la bañera, pero no se puede en la mayoría de los casos llegar más lejos, porque convertirían a los hijos en salvajes… ¿Qué quieres, que te llamen un día del colegio y te digan: “es que su hijo de usted, se toca en clase… y se desnuda… y les enseña el pene a las niñas”…? Represión al canto, y educación comercial-competitivo-higiénico-vistosa… Eso caca, no se toca, dí hola, gracias, y el perrito, ¡el perrito!…
No se puede criar a un salvaje en sociedad. Y cualquier cosa será valida para alejarle de él mismo. Le enseñarán a no decir lo que piensa, a sonreír cuando no le apetezca, e incluso LE HARÁN de un equipo de futbol…
Sí; el niño no tiene máscara porque aún es salvaje… Me lo dijo Chus el ciego (gran ciego): “Cuando paso por delante de unos adultos conversando, se callan, hasta que yo paso, y entonces, retoman la charla… Como a ver qué pasa con el ciego… Absurdo respeto mezclado con absurdo sentimiento de culpa debe de ser… Pero los niños no. A ellos no les importa. Ellos siguen a lo suyo cuando pasa el ciego…”
«Con más juguetes que nunca y más aburridos que nunca. Expresiones faciales ante facturas injustas. Algo va mal entre tanto lustre capitalista.»