Jules Leclercq (Tourcoing, 1894 – 1966) es de los pocos hombres que bordan. Fue internado en el Hospital Psiquiátrico de Armentières debido a sus alucinaciones. Allí se encarga de organizar la ropa de la lavandería, lo que le da la oportunidad de hacerse con retales y viejos calcetines.
De profesión costurero, se hallaba familiarizado con lo hilos, los trapos y la costura, aunque no siempre se había expresado de esta manera. Los primeros años se dedicó a rellenar cuadernos con los supuestos agravios de que era objeto en el hospital. Le gustaba personalizar su ropa y tenía un gorro en que podía leerse “Muerte a Benoit”, nombre del supervisor que había firmado su admisión en el hospital.
Algunas de sus creaciones llegan a medir dos metros de altura y muchas están trabajadas por delante y por detrás. Tanto en su trabajo gráfico como bordado hay dos temas que se alternan, las escenas militares y los desnudos rodeados de flores. En las primeras llama la atención la composición organizada en secuencia, mientras que en su trabajo de desnudo se permite composiciones más libres. Otra constante será la inclusión de escritura, que hace referencia a su actividad mediúmnica.
Se declaraba a sí mismo médium y “Dador de fuego”. Tanto Tourcoing como Pas de Calais (lugares de nacimiento de Leclercq y del minero Lesage) se encuentran en el norte de Francia, en las inmediaciones de Lille. En aquella zona y por aquella época (finales del siglo XIX y principios del XX) las experiencias mediúmnicas estaban muy extendidas en los entornos humildes.