Bill Traylor era un artista autodidacta nacido esclavo en Alabama. No sabía leer ni escribir y empezó a dibujar en 1939, a la edad de 83 años. Sus composiciones son sencillas y rotundas, a menudo una figura monocromática que se desmarca del fondo. Poseen una gran fuerza mágica, quizás porque recuerdan a sombras chinescas o a los animales dibujados por los primeros hombres en las cavernas. Bill Traylor solía colgar sus dibujos en una valla cercana a su casa para entretener a los locales. Así conoció al joven pintor Charles Shannon, quien le ofreció materiales para seguir pintando y algo de ayuda financiera.