Elisabeth Layton comenzó a pintar a a la edad de 68 años durante una depresión que padecía desde hacía 35 años. Nació en Wellsville, una pequeña ciudad de Kansas. En su vida tuvo que luchar contra el trastorno bipolar mientras sacaba adelante a sus 5 hijos.
Proviene de una familia de periodistas, lo que podría explicar en parte el espíritu crítico que muestra toda su obra, cargada de humor negro y esperanza.
En muchos de sus dibujos retrata la vejez y el rol femenino, casi siempre dibujándose a sí misma mediante la técnica del “contorno ciego”.